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NO ME QUITES LA MÚSICA! -Reflexión por el Hno. Frank Colon

¡No Me Quites La Música!

Reflexión escrita por el Hno. Frank Colon.

     Durante la década de los 80’s, cuando estaba estudiando en la Universidad, había una agrupación de música popular llamada, “Tavarez”. La popularidad de esta agrupación no fue de mucho tiempo. Sin embargo, durante sus años de fama, produjeron muchas canciones da las cuales yo aún guardo algunas en mi bóveda de música. Una de ellas me llamó mucho la atención. Se llamaba “Don’t take away the music” (no me quites la música). Este título proclamaba mi sentir, mi pasión, mi pensar con respecto a la música…. Yo entendía (y entiendo) que si llego a perder todo menos mi música, aun vivirá la esperanza.

     En el capítulo 16 de los hechos de los apóstoles, versos 16-40, encontramos al apóstol Pablo y Silas. Ambos habían sido arrestados y echados en prisión. Fueron llevados al lugar más interior. O sea, “en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo.” V.24 Después de haber sido echados en el calabozo, Pablo y Silas comenzaron alabar a Dios a través de cánticos. “Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas la puertas, y las cadenas de todos se soltaron.”, v.26

     Actualmente nos encontramos en medio de un encerramiento global. Algunos podrán pensar que el encerramiento se asemeja a estar aprisionado. El Coronavirus, ha sacudido nuestros cimientos de vida, a nuestra economía, al manejo cotidiano en nuestra ciudad, estado, nación y el mundo. Para siempre ha cambiado nuestra forma de congregarnos, de juntarnos, de llevara a cabo nuestros cultos y servicios religiosos, las formas conocidas de comunicación entre nosotros y la creación de comunidad. Muchos comentaristas, periodistas y oficiales gubernamentales, piensa que lo “normal” de ayer…ya no será. Hemos entrado en una “nueva normalidad.”

     Mientras tanto, encontramos a Pablo y Silas, en el calabozo. Posiblemente, esta grave situación pueda ser suficiente para perder toda fe, toda esperanza y toda confianza en nuestro Señor. Sin embargo, lo que el mundo creó para mal, Dios lo cambia para bien.

     En lugar de dudas, quejas y lamentos, Pablo y Silas encontraron seguridad en las palabras del Maestro: “Y he aquí estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”, Mateo 20:20. Por esta promesa, Pablo y Silas vieron la gracia de Dios; la cual le abrió las puertas de la prisión, fueron dirigidos fuera del calabozo y por el mismo que los había encarcelado; fueron llevado a su casa donde sus heridas fueron curadas y recibieron alimentos…Todo, resultado de la gracia de Dios. Y todo comenzó con un CÁNTICO.

RESUMEN:
Cuando la presión y la incertidumbre del Covid-19, sacuda los cimientos de nuestra vida, nuestro gozo, nuestro espíritu y nuestro canto…alcemos nuestra vista al cielo, elevemos una alabanza de victoria a Jesús Cristo, nuestro Rey y Señor. ¡Cuidado! Si de repente el lugar donde estás parado comienza a sacudirse, no temas…es la gracia de Dios. Nunca olvidemos que nuestro Dios, es el Señor del Tiempo.

Dios contesta nuestras peticiones a su tiempo. Habrán peticiones para las cuales la respuesta tarda un tiempo en llegar. Pero también habrá respuestas que llegaran al instante, como les ocurrió a Pablo y a Silas. Por lo tanto, mantenga vivo su canto de alabanza a Dios. Recuerden que las cadenas eran las que detenían a Pablo y a Silas…No ellos a las cadenas. El Covid-19 nos ha azotado de manera nunca imaginada. Aún así…¡NO DEJES QUE ESO TE QUITE TU CANTO DE ALABANZA!

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NO ME QUITES LA MUSICA